Cuando nuestros hijos empiezan a aprender inglés, muchas veces nos asalta la duda de si serán capaces de poner en práctica lo aprendido fuera del entorno de su clase o sin sus profesores y compañeros.
Una de las formas más comunes de poner estos conocimientos en práctica es viajando. Ya sea con su familia o yendo a un campamento en otro país para poner en práctica sus conocimientos y ampliarlos.
Lo primero y más importante es que salen de su zona de confort. Aprenderán que no necesitan la seguridad de lo conocido y que son perfectamente capaces de comunicarse y adaptarse a la nueva situación. Tendrán diferentes profesores, compañeros de otras partes del mundo con los que no podrán comunicarse en su lengua materna y tendrán que hacer tareas básicas del día a día para las que la comunicación es imprescindible. Aprenderán a resolver muchas situaciones de la vida completamente en otro idioma.
Por supuesto. La parte más interesante de estos campamentos es que se combinan con clases en inglés, excursiones en las que descubren los lugares más importantes e interesantes de la zona que están visitando (por lo que también aprenderán muchísimo sobre la cultura de ese país) y actividades de ocio como pueden ser clases de pintura, deportes o cine. En todas estas actividades se está utilizando la lengua inglesa, por lo que adquieren vocabulario y expresiones de una forma más natural y basándose en el uso. Aprenden aquello que necesitan escuchando a sus profesores, monitores y compañeros. Además, fomentan la socialización y encontrarán amistades en alumnos que hablan diferentes idiomas, por lo que seguramente no solo aprendan inglés.
La mayoría de estos cursos combinan unos horarios de clases por las mañanas con otro tipo de actividades como excursiones, deportes, actividades de ocio…
Lo más importante es que al llegar al lugar donde van a estar durante al menos un par de semanas hagan una prueba de nivel para asegurarse de que aprenderán adecuándose a lo que ya saben. Mejorarán su nivel de inglés y aprenderán cosas nuevas partiendo de la base que ya tienen, para no repetir contenidos o que la clase sea difícil de seguir para ellos.
También es ideal que relacionen las actividades en clase con la cultura del país en el que están, los lugares que visitan y el entorno en el que conviven durante este tiempo. Así, aunque tienen clases, no les resulta una actividad pesada ni repetitiva porque todo es diferente a lo que hacen en casa y sobre todo porque solo dura un par de semanas y hay que exprimirlas al máximo.
En Schwa llevamos años ofreciendo diferentes alternativas para pasar dos semanas en verano en una escuela en un entorno de habla inglesa con nuestros programas Schwabroad. Nuestra experiencia siempre es muy positiva y nuestros alumnos lo disfrutan tanto que luego no quieren que se acabe. A pesar de ser un periodo muy corto, en dos semanas aprenden muchísimo y no solo de inglés, ponen en práctica muchos valores como la empatía, la responsabilidad y la cooperación y no solamente con los alumnos que viajan con ellos. Hacen amigos que viven en otros lugares del mundo con los que luego mantienen el contacto. Descubren lugares que no conocían y partes de la cultura que son totalmente nuevas para ellos. En resumen: disfrutan.
Además, en Schwa siempre ofrecemos estos viajes acompañados por nuestros profesores que estarán en contacto con los padres y les acompañarán en esta experiencia.
Si quieres que tus hijos vivan la experiencia, no dudes en contactar con nosotros. Estamos seguros de que te lo agradecerán y será una experiencia inolvidable